La viruela de mono, también conocida como "monkeypox", es una enfermedad viral zoonótica causada por el virus de la viruela de mono, que se encuentra principalmente en ciertas especies de roedores y primates. Desde su descubrimiento en 1958, en un grupo de monos destinados a la investigación en Copenhague, ha sido catalogada como una enfermedad de transmisión intermitente, pero en años recientes ha llamado la atención mundial por su creciente incidencia y potencial de contagio humano.
Causas
El virus de la viruela de mono pertenece a la familia Poxviridae, del género Orthopoxvirus. Existen dos clados principales: el clado de África Occidental y el clado de África Central (Congo). La transmisión se produce principalmente por contacto directo con fluidos corporales, lesiones de la piel o superficies contaminadas de animales infectados, así como a través del consumo de carne de animales infectados que no ha sido adecuadamente cocida.
Cómo se contagia
La viruela de mono se contagia de diversas maneras:
Contacto directo
A través de la manipulación o el consumo de tejidos de animales infectados, como roedores y primates.
Transmisión entre humanos
Aunque es menos común, el virus puede transmitirse de persona a persona por contacto directo con lesiones cutáneas, fluidos corporales o a través de gotículas respiratorias en casos de contacto cercano.
Contaminación ambiental
El virus puede sobrevivir en superficies y objetos contaminados, lo que también representa una vía de contagio.
Precauciones
Dadas las vías de transmisión, se recomiendan varias medidas de precaución para reducir el riesgo de contagio:
Evitar el contacto con animales potencialmente infectados
Esto incluye no cazar ni consumir carne de animales salvajes.
Higiene rigurosa
Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o usar desinfectantes a base de alcohol, especialmente después de tocar a un animal o cualquier superficie que pueda estar contaminada.
Uso de equipo de protección
Para profesionales de la salud o personas en contacto con criaturas potencialmente portadoras, el uso de guantes y equipo de protección personal es esencial.
Educación comunitaria
Informar a la población sobre la enfermedad, sus síntomas y modos de prevención puede ayudar a reducir el riesgo de propagación.
¿Cómo se cura?
No existe un tratamiento específico para la viruela de mono; sin embargo, la enfermedad tiende a ser autolimitada, y el manejo se centra en aliviar los síntomas y reducir el riesgo de complicaciones. Las medidas incluyen:
Atención médica
Los pacientes deben ser aislados para evitar la transmisión.
Síntomas
El tratamiento se encarga de manejar fiebre, dolor y erupciones cutáneas.
Vacunación
En algunos casos, se puede administrar la vacuna contra la viruela para reducir el riesgo de infección en aquellos que han estado en contacto cercano con un caso confirmado.
Alerta Mundial de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido alertas en múltiples ocasiones en respuesta a brotes de viruela de mono. Las razones para la alerta incluyen:
Incremento en los casos humanos
Los brotes en África Central y Occidental se han expandido a otros continentes, lo que demuestra que el virus está encontrando nuevos reservorios y formas de transmisión.
Globalización y movilidad humana
La creciente interconexión del mundo hace que la propagación de enfermedades zoonóticas sea más rápida y amplia.
Necesidad de coordinación global
La OMS advierte sobre la importancia de una respuesta coordinada entre países para rastrear, contener y prevenir el virus.
La viruela de mono, aunque menos conocida que otras enfermedades virales, representa un desafío significativo para la salud pública mundial. La combinación de precauciones adecuadas, la educación de la población y una vigilancia eficaz es fundamental para controlar su propagación. La respuesta global, liderada por la OMS y otros organismos de salud, es crucial para prevenir futuros brotes y proteger a las comunidades de esta enfermedad zoonótica.
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